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Homilía del Papa Francisco en Santa Marta Viernes, 26 de enero de 2018

De la Lectura de hoy, de la segunda Carta del Apóstol san Pablo a Timoteo (1,1-8), podemos destacar tres palabras que indican cómo se debe trasmitir la fe: “hijo”, “madre y abuela” y “testimonio”.

La primera palabra es hijo. Pablo “engendra” a Timoteo con la locura de la predicación, y esa es su paternidad. Le llama “hijo querido”, pero también habla de lágrimas, porque Pablo no adorna su anuncio con medias verdades. Lo hace con valentía. Y eso es lo que hace de Pablo padre de Timoteo. Por eso la predicación no puede ser tibia. De hecho, siempre la predicación —permitidme la palabra— “abofetea”, es un bofetón, un guantazo que te remueve y te lleva adelante. Pablo mismo dice: “La locura de la predicación”. Es una locura, porque decir que Dios se hizo hombre y luego fue crucificado y después resucitó… ¿Qué le dijeron a Pablo los habitantes de Atenas? “Bueno, ya te escucharemos otro día”. Siempre, en la predicación de la fe, hay una pizca de locura. Y la tentación es el falso sentido común, la mediocridad: “Bueno, no exageremos, tampoco es para tanto…”. ¡Eso es la fe tibia!

La segunda palabra es testimonio. La fe debe trasmitirse con el testimonio, que da fuerza a la palabra. “¡Mirad cómo se aman!”, decían de los primeros discípulos, reconociendo en eso que eran cristianos. Hoy, uno va a cualquier parroquia, y oye qué dice este de aquel o del otro…, y en vez de decir cómo se aman, dan ganas de decir: “¡Cómo se despellejan!”. ¡La lengua es un cuchillo para despellejar al otro! ¿Cómo puedes trasmitir la fe con un aire tan viciado de chismorreos y calumnias? ¡No, buen ejemplo! “Mira, ese nunca habla mal del otro; aquel hace esta obra de caridad; el otro, cuando hay algún enfermo, va a visitarlo… ¿Por qué lo hacen? Surge la curiosidad: ¿por qué esa persona vive así? Con el ejemplo nace la pregunta del porqué allí se trasmite la fe: porque tiene fe, porque sigue las huellas de Jesús. De ahí, el daño que hace el anti-testimonio, el mal ejemplo: quita la fe, debilita a la gente.

Madre, abuela: la maternidad es la tercera palabra. La fe se trasmite en un seno materno, el seno de la Iglesia, porque la Iglesia es madre, la Iglesia es femenina. La maternidad de la Iglesia se prolonga en la maternidad de la madre, de la abuela. Conocí en Albania a una monja que durante la dictadura estuvo en la cárcel, pero de vez en cuando los guardias la dejaban salir un poco, y ella paseaba a lo largo del río, mucho; tanto que la dejaban ir, pensando: “¿Qué va a hacer esa pobrecilla?”. En cambio, ella era lista y las mujeres, sabiendo cuando salía, le llevaban a sus hijos y ella los bautizaba a escondidas con el agua del río. Un bonito ejemplo. Y yo me pregunto: ¿las madres, las abuelas, son cómo estas dos de las que habla Pablo: “tu abuela Loide y tu madre Eunice” que te trasmitieron la fe, la fe sincera? “Bueno, sí, ya aprenderá cuando vaya a la catequesis”. Os digo que me causa tristeza cuando veo niños que no saben hacer la señal de la Cruz; saben que deben hacer algo, y hacen un garabato, porque les falta la madre y la abuela que se lo enseñe. Cuántas veces pienso en las cosas que se enseñan en la preparación al matrimonio. A la novia que será madre: ¿se le enseña que debe trasmitir la fe? Pidamos al Señor que nos enseñe como testigos, como predicadores, y también a las mujeres como madres, a trasmitir la fe.

Religiosidad popular

Fenómeno Religioso

En el transcurso de la historia el hombre siempre ha buscado a Dios, en muchas ocasiones a tenido que sacrificarse por ello y mas aun cuando no solamente el esta en camino hacia el sino que también guía a otros.
En ese esfuerzo del hombre por acercarse a Dios a veces por razones culturales exagera o pierde el verdadero sentido de su creencia; claro que no es completamente negativo porque de algún modo la religiosidad y el sentido cultural y popular impulsan que mediante algunas practicas no se olvide que la Iglesia esta con las puertas abiertas para todos esperando a que regresan a Dios.
La crisis social, y la pérdida de valores éticos y morales han hecho que comience un replanteamiento de cómo difundir la religión para así reforzar y darle una nueva vida a la cultura religiosa.

El texto se elabora con el fin de dar a conocer la historia de Israel, además de cómo el pueblo israelí luego de un largo camino que duro muchos años, se transformó en el mas importante en la historia del cristianismo.

A partir de recorrer la historia antigua y de la invasión egipcia, de las grandes guerras e incidentes que poco a poco fueron transformando el orden mundial, de el exilio que los israelíes fueron sometidos, aunque pareciera que ellos mismo fueran los que se marcharan, pero era necesario este auto exilio para lograr luego la unificación de la fe y la creencia en el Dios de Abraham. Y tenían que pasar cientos de años para que luego de ser colonizados e inducidos al cristianismo por los españoles encontráramos nosotros el camino hacia Dios y el cual se mezclaría con los ritos y creencias autóctonas para así desatarse lo que conocemos hoy como la religiosidad popular.

¿Qué se entiende por religiosidad popular?

La religiosidad popular tiene como fuente la fe, siendo la expresión de religiosidad de una región la cual se formo por influencia de España.
Es el conjunto de ritos, costumbres, celebraciones y demás con las cuales se adora a Jesús, María y los Santos.

Características de la religiosidad popular

La religiosidad popular esta muy ligada a las fiestas que se dan en ciudades y pueblos. Lo mas evidente es la semana santa, la navidad, las fiestas a los Santos, el culto católico romano a la virgen María que con sus distintos nombres es patrona de diferentes sectores, como por ejemplo La Virgen del Carmen quien cuidad de todo lo malo a los choferes, el divino niño Jesús, a quien la devoción popular lo convierte en una entidad ya distinta a Jesús de Nazareth, los Santos de los cuales hay conocidos y otros por conocer pues son creados por toda esa retroalimentación del pueblo, los cuentos, leyendas, supersticiones y uno que otro charlatán que crea personajes los cuales curan, dan dinero, regresan el amor perdido, hacen el mal igual que el bien. Los santos y lo mágico se ligan encontrándonos entonces con santos y posturas que de acuerdo su posición estarían realizando diferentes actividades mágicas.

En semana santa se ve la mayor parte de los rituales creados por el pueblo y que poco a poco y luego de la conquista de los Españoles a nuestras tierras, la llegada de los esclavos africanos y la fusión de las creencias que ya teníamos antes de su llegada, nos da como resultado una variedad de ritos de diferentes tipos y con diversas modalidades. La practica de la auto flagelación, la crucifixión, Los cargueros, penitentes, las ñapangas, la peregrinación a la imagen del señor caído en donde los penitentes suben escalón tras escalón descalzos, de rodillas, cargando algo o alguien, con frijoles secos dentro de los zapatos. El uso de exvotos (Ofrenda hecha a la divinidad en cumplimiento de una promesa o en agradecimiento por un favor recibido, especialmente la que se hace a Jesús, a la Virgen o a un santo que, generalmente, consiste en un objeto que se cuelga en la pared o en el techo de una iglesia.) es una de las formas mas demostrativas en donde se identifica como la brujería y la religión se mezclan para en algunos casos hacer daño o curar alguna dolencia física. El exvoto puede ser una figura humana o una parte del cuerpo.

Aspectos positivos y negativos de la religiosidad popular de la comunidad.

La religiosidad en la comunidad es importante porque no deja que se pierda el ideal de la iglesia y de algún modo revive la creencia continuamente.

Algunos factores que son ajenos a las creencias católicas como los agüeros, brujería y ritos alternativos que son creados por integrantes de algunos grupos de oración y personas en general que mezclan la religiosidad y culto a Jesús, María, Espíritu Santo con ritos paganos que deterioran el pensamiento y filosofía cristiana.

Es positivo el impulso que la religiosidad popular da a no olvidar y dar la espalda a la iglesia. Pues también se alimenta en comunidad la fe y ayuda a revivir los valores morales y éticos que de alguna u otra manera crean unidad.

¿Se debe apoyar o combatir la religiosidad?

El Papa Juan Pablo II decía que esta manifestación, “cuando es genuina, tiene como fuente la fe y, por lo tanto, tiene que ser apreciada y favorecida”. En esta línea, el pontífice reflexiona sobre la idea de la que la religiosidad popular no es contraria al carácter central de la liturgia sino que, fomentando la fe del pueblo que la considera una expresión connatural, prepara adecuadamente para la celebración de los sagrados misterios.

La creencia en Dios en algunos casos es contaminada por elementos no coherentes a la doctrina católica, pero esto debe ser manejado con prudencia purgando los elementos negativos y dándole la oportunidad al pueblo que mediante este tipo de manifestaciones se unifique.

La importancia o no de lo religioso

Es importante lo religioso, primero porque es el legado que obtuvimos de nuestros colonizadores y segundo porque ayuda a mejorar la calidad de vida, reduciendo la violencia y demás situaciones negativas.

Es cierto que hay recelo por ciertos sectores quienes manifiestan que las creencias religiosas y la adoración que se le da a ciertas imágenes por parte de los fieles son erróneas, pero es la falta de información que no da claridad a estos ritos.
Las creencias populares y la religión que mezcladas dan identidad a lo que es la religiosidad en un país, nutren y forman diversos aspectos que se convierten característicos de la región y forman un vinculo mas personal entre el creyente y la religión.

CARTA ABIERTA del amigo Toty Valdes

Toluca de San José, México, enero de 2018    

A MANERA DE JUSTIFICACIÓN:

A la luz de memorables momentos pasados al lado del hombre que a lo largo de su longeva y productiva vida, de siempre se significó por honrar la verdad-verdad a pesar de los pesares (“incomprensibles incomprensiones”), tuve ocasión de descubrir y comprender que en tratándose de las cosas del Señor, como de las cosas del hombre, es “imperativo categórico” intentar llamar las cosas por su nombre, a riesgo de causar escozor; y hacerlo, con apego a la verdad; con la mayor objetividad y juicio crítico posibles; sin estridencias, prejuicios o apercibimientos; sin complejos ni complejidades; sin guardar apariencias ni edulcoradas posturas que maticen lo dicho.

En mi condición de bautizado, a título estrictamente personal y bajo mí más completa responsabilidad, comparto con ustedes las siguientes líneas, con motivo del cambio de sede en el OMCC.

AMIGOS TODOS:

Con el 31 de diciembre llega a su término el período (2014-2017) para el cual fue electa la “unidad de servicio” que estuvo al frente del Organismo Mundial de Cursillos de Cristiandad (OMCC) teniendo a Portugal como país anfitrión. Etapa cabalmente singularizada por una infatigable labor, firme vocación de servicio y ejemplar fidelidad a la idea germinal, como a todos consta. Muchos y muy diversos fueron los retos, contratiempos y adversidades que debieron arrostrar y sortear en el propósito de mantener a buen recaudo la esencia fundacional, objetivo capital de su misión; que pusieron a prueba convicción, determinación y constancia. Y si bien, el salario del apóstol lo pone el Señor, la comunidad cursillista toda no puede menos que reconocer, justipreciar y agradecer expresamente el invaluable servicio prestado.   

Así, pues, las bases para seguir avanzando sólidamente en el propósito común de proclamar la mejor noticia de la mejor realidad con fidelidad al Carisma Fundacional, el que fue insuflado por el Espíritu Santo de manera univoca e inequívoca, están puestas consistentemente; no ha lugar a interpretaciones equívocas que a futuro justifiquen cambios a su esencia primigenia en ningún sentido. Gracias a su encomiable labor, y a la de aquellos que con igual esmero y fidelidad les precedieron en el camino, hoy podemos decir: “¡HABEMUS UNIDAD DE MENSAJE CON RUMBO!” Los frutos cosechados por L´Amo de la mies en ésta fértil etapa así lo confirman; quedan para la posteridad como prueba irrefutable del incansable trabajo realizado, pero también, y sobre todo, como ejemplo y pauta a seguir en los años venideros.

En tal virtud, estimados amigos portugueses, siéntanse orgullosos todos de poder decir con la frente en alto y sin faltar a la verdad: “¡LABOR CUMPLIDA!”

¡ENHORABUENA!… desde aquí, desde nuestro modesto metro cuadrado, hacemos llegar a todos ustedes un fuerte, afectuoso y agradecido abrazo de todo corazón con nuestros mejores deseos, en justo reconocimiento a su exitosa y esmerada labor.

AMIGOS TODOS:

Por otra parte, con el día 1° de enero del año en curso inició el período (2018-2021) para el que fue electa la comisión ejecutiva que estará al frente del OMCC, ésta vez, teniendo como sede a México. Consecuentemente, nada nos gustaría más que dar la más cordial bienvenida a los que llegan y augurar advienen tiempos de esperanzadora esperanza; de ilusionada ilusión; de creciente continuidad en el propósito común de anunciar el mensaje de lo Fundamental Cristiano que los Cursillos proclaman, con apego a sus singularidades y señas de identidad, las suyas, las propias… no otras.

Sin embargo, muy a nuestro pesar hemos de guardar discreción, reserva y esperar; hacer hincapié y llamar la atención acerca de una serie de “hechos” que, desde la perspectiva de un Movimiento eminentemente seglar, resultan inexplicables e imposibles de entender; que por su naturaleza y envergadura hacen albergar dudas y fundados temores; sobre los que no podemos menos que cuestionar y cuestionarnos; que no omitir o pasar por alto.

Llama la atención, por ejemplo: el desproporcionado andamiaje sacerdotal montado al interior del OMCC: Acaso quisquilloso reflejo del añejo recelo clerical hacia la seglaridad?… O lo que es peor: virtual paso a un esclerótico clericalismo, por naturaleza incongruente e incompatible en un Movimiento cuya quinta esencia primaria, primera, primigenia, sustantiva, esencial, es ni más ni menos que su seglaridad?…

Cuesta trabajo, pues, entender que en pleno Siglo XXI, con tantos avances en materia científica y tecnológica; con tantos complejos y complicados retos que nuestra santa y pecadora Iglesia tiene por delante en materia de Evangelización, tarea en que por cierto el seglar y lo seglar están llamados a jugar un papel determinante y decisivo; con tantos dolorosos escándalos, cuyo caldo de cultivo ha sido y es precisamente el clericalismo fariseo, pudieran estarse dando pasos en favor de resabios medievales que creíamos muertos y enterrados. La experiencia demuestra que, cuando hemos caído en la tentación de cabalgar a hombros del clericalismo, corremos el riesgo no de enturbiar o manchar, sino de literalmente liquidar un instrumento de renovación cristiana que tantos y tan apetecidos frutos ha dado en el propósito de proclamar el mensaje de Lo Fundamental Cristiano, cuando se les emplea a fondo, en la forma y finalidad para los que fueron pensados, estudiados y rezados, no de ningún otro modo o moda, No!…

Abrir las puertas al clericalismo -anacrónico por naturaleza- no es “pecata minuta” o asunto de poca monta; además de un dislate, el clericalismo es una amenaza real que en todo tiempo se cierne sobre el Movimiento con perniciosas, irreversibles e impredecibles consecuencias. El clericalismo reforma a la par que deforma, prostituye; desvía al Movimiento de su cauce natural; trastoca la esencia original, originaria y originante; todo lo que toca: nervio ideológico y teológico, esencias, raíces, señas de identidad, singularidades, notas características, fuentes primigenias y, por supuesto, quita al seglar todo el rol que el Movimiento de Cursillos le ha dado, precisamente como movimiento eminentemente seglar que es. Por todo esto no es extraño que a la sombra del clericalismo proliferen eximios “notables”, “personajes” genéticamente afectos al montaje de tinglados; al boato de las marquesinas y las pasarelas. A la sombra del clericalismo: las candilejas y los reflectores son puestos y dispuestos a modo que el oficialismo clerical y seglar destelle en el firmamento un dudoso papel “superstar”, completamente ridículo y fuera de lugar.

Ya se ha dicho tiempo atrás, prácticamente desde la primera hora: cuando el clericalismo sienta sus reales en el Movimiento, “…el método no está ya neta y escuetamente al servicio de Lo Fundamental Cristiano, sino que su energía, su empuje y su vigor se emplea para aumentar la proliferación anárquica de la flora y fauna de cosas pías ya existentes en cantidades astronómicas en la Santa Iglesia de Dios. Y cuando se busca la coartada del progreso y adaptación para salir del enfoque original y esencial [Carisma Fundacional], el peligro es aún mayor.”

Cuando hablamos de “clericalismo” lo hacemos como lo que es: como mal de enormes dimensiones, y en alusión a prácticas viciosas que deforman, desvían, contradicen y denigran la naturaleza sustantiva del ministerio sacerdotal, que en Cursillos tiene un papel, aquí sí, fundamental e irremplazable.

Cuando hablamos de “clericalismo” en ningún modo pretendemos descalificar, minimizar, subestimar o cuestionar la presencia y participación de uno de los elementos humanos más sentidos, queridos y respetados en el Movimiento de Cursillos: nuestros sacerdotes.

Cuando hablamos de clericalismo lo hacemos preocupados porque la siempre reconfortante y estimulante actuación sacerdotal, al lado (no delante ni atrás) del también imprescindible elemento seglar, se mantenga en sano equilibrio: sacerdotes (sacerdotal sacerdocio) y seglares (seglaridad seglar) en armónica unidad; lo espiritual y lo material “…en aleación ensamblada y articulada de manera viva, efectiva, cordial y orgánica”.

Cuando hablamos de clericalismo lo hacemos pensando en el Decreto “Sobre el apostolado seglar” del Vaticano II, que veinte años después del principio del principio vino a reivindicar la libertad y el pluralismo de los seglares en la Iglesia; a ensanchar los límites y las formas de ser cristiano en el mundo; a significar “puntas de avance” en la pastoral y en el “apostolado organizado” de siempre; dando mayor importancia a la autonomía de los seglares; más cancha para que, sin dejar de sentirse miembros vivos de la Iglesia, pudieran moverse y desempeñarse en el mundo, al ritmo del mundo, en su mundo.

Cuando hablamos de clericalismo, lo hacemos inspirados en aquellas iluminadoras palabras:

“… el seglar no es para hacer cosas, [no es] para hacer hacer cosas, [no es] para asistir a actos, [no es] para hacer asistir a actos, sino para que creciéndose y desarrollándose ahí donde el Señor [no el señorito] le ha plantado con fe, con esperanza y caridad [con ilusionada ilusión], hecha vida por su conexión con Cristo, pueda ser manantial inagotable de sentido emisor de autenticidad, e impulsar de energía y alegría evangélica en su familia, en su trabajo y en su diversión [en su metro cuadrado].”

Qué tan preocupante y grave ha de ser éste flagelo del clericalismo, para que el Santo Padre se haya visto en la imperiosa necesidad de levantar la voz y alertar. Hace no mucho le oímos decir no sin pena y dolor: “El peor desliz que el ‘hombre consagrado’ puede llegar a cometer en su insensatez jerárquica, es obstaculizar (ir contra, contrariar) la Voluntad del Señor”. Eduardo diría: “tocar a la rosa, apagar el espíritu.”

En nuestra “rara avis” costumbre de llamar las cosas por su nombre, es “normal” y hasta creíble se piense que, tras comentarios como estos en que el tema del clericalismo es centro de atención, subyacen prejuicios, alguna negra intención u otro tipo de insana animosidad; nada más lejos de nuestro interés. Y precisamente para evitar interpretaciones ociosas que prohíjan confusión, además de confrontación y desencuentro, nadie mejor para dar luz sobre el particular que la voz autorizada del propio pontífice.

A continuación, fragmentos de la nota que el santo padre remitió al cardenal Armand Ouellet el 19 de marzo de 2016, como resultado (fruto pastoral) del encuentro de la Comisión para América Latina y el Caribe, en que manifiesta con amplitud y sobrada claridad su ostensible pesar y no poca preocupación sobre el tema en cuestión, y lo hace, así lo expresa: para que “no caiga en saco roto”.

HABLA EL SANTO PADRE:

«[El clericalismo] tiene una tendencia a disminuir y desvalorizar la gracia bautismal que el Espíritu Santo puso en el corazón de nuestra gente… El clericalismo lleva a la funcionalización del laicado; tratándolo como ‘mandadero’, coarta las distintas iniciativas, esfuerzos y hasta me animo a decir, osadías necesarias para poder llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los ámbitos del quehacer social y especialmente político. El clericalismo lejos de impulsar distintos aportes, propuestas, poco a poco va apagando el fuego profético que la Iglesia toda está llamada a testimoniar en el corazón de sus pueblos. El clericalismo se olvida que la visibilidad y la sacramentalidad de la Iglesia le pertenece a todo el Pueblo de Dios (cfr. LG 9-14) y no solo a unos pocos elegidos e iluminados».

Solo le faltó decir: “¡Escuchen bien cursillistas!…”

AMIGOS TODOS:

La historia de la Iglesia registra hechos que han obligado al Santo Padre a pedir perdón en más de una ocasión. Cuando en “las cosas del Señor” las tentaciones, las ocurrencias, los caprichos, las frivolidades, las infidelidades… del señorito están a la orden del día, y más aún, cuando a la sombra del clericalismo conspicuos “personajes” se encumbran en los espacios operativos del Movimiento para llevar agua a sus molinos de siempre, las consecuencias han sido terribles: las UNIDADES DE SERVICIO trastocan en TORRES DE MANDO. En lo metodológico: desviación, extravío, deformación, prostitución. En lo estructural: directriz jerárquica paternalista, por definición autocrática, autoritaria, arbitraria y prepotente. Y si a la desmedida presencia clerical se suma una “elite” de seglares adherentes, obsecuentes, siempre a la orden y asequibles a levantar la mano cuando se les indique, no es difícil imaginar lo que el “desatino” es capaz.

Digámoslo con claridad: las ocurrencias y caprichos del señorito que de tiempo atrás se anteponen a la Voluntad del Señor, no son un buen augurio en los días que están por venir. Va siendo tiempo de reflexionar en hora serena… y actuar en consecuencia.

“UNIDAD DE MENSAJE CON RUMBO”

¡De Colores!
Toty

ENTORNO DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA EN LAS DÉCADAS DE 1960 A 1980, y su incidencia en la definición del MCC sugerida en 1968 y aprobada en 1970.

ENTORNO DE LA IGLESIA LATINOAMERICANA EN LAS DÉCADAS DE 1960 A 1980, y su incidencia en la definición del MCC sugerida en 1968 y aprobada en 1970.
Autor: Rodolfo Letona C.

En la búsqueda de porqué a lo largo del camino recorrido por el MCC desde 1944 hasta 1968 se optó por proponer y luego aceptar una descripción del  mismo, que su fundador Eduardo Bonnín llama “desacertada”, creo que vale la  pena hacer un ‘flash back’, dicen los escritores, para saber cuál era la situación prevaleciente en la Iglesia Latinoamericana en ese preciso momento.

En calidad de referencia he tomado la publicación del Secretariado Nacional de España, “Cursillos de Cristiandad Abiertos al Futuro”, y las publicaciones del CELAM alrededor de la II y III conferencias del episcopado latinoamericano, realizadas la primera en Medellín, Colombia, y la segunda en Puebla, México, por considerar que la influencia de ambos eventos en el tema a discusión fue decisiva en su momento.

Así,

1. En 1955 se realiza la Primera Conferencia General del Episcopado Latino-americano en Río de Janeiro, Brasil.
Contexto Histórico y Social:
1.1       América Latina es el 25% del mundo católico y la Iglesia universal centra su atención en ella.
1.2       Primera toma de conciencia de los graves problemas sociales que se generan en un continente rico en bienes de la naturaleza, pero donde no todos los disfrutan.

1.3       Rápida transformación de las estructuras sociales debido al proceso de industrialización.
1.4       Frente a la escasez de clero: movilizar a religiosos, así como a auxiliares laicos.

Aporte al pensamiento social de la Iglesia:
1.5       Intensificar apostolado a través de los medios de comunicación social.
1.6       Los obispos incentivan el trabajo de los laicos y les animan a converger hacia el objetivo de la instrucción religiosa.
1.7       Acción de los laicos en la “elevación de las clases necesitadas”.
1.8       Se toman los primeros pasos para formar la identidad de la Iglesia Latino-americana, creando el CELAM.

2. En 1968 se realiza la Segunda Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín, Colombia.
Contexto Histórico y Social:
2.1       Inicio en América Latina de los procesos radicales de transformación en lo económico y político.
2.2       Se agudiza la situación económica de las clases populares.
2.3       Se redefine la relación Iglesia-mundo,  resultado del Concilio Vaticano II.
2.4       La Conferencia coloca a la Iglesia frente a las situaciones de injusticia y al proceso de transformación que vive el continente
Aporte al pensamiento social de la Iglesia:
2.5       Se centra la transformación en una profunda conversión personal y social, a fin de que llegue el Reino de Justicia, de Amor y de Paz.
2.6       Hay que formar un hombre nuevo que sea agente de un auténtico cambio social con líneas de acción concretas.
2.7       Organizar al pueblo en comunidades eclesiales de base.
2.8       Se identifica con las clases pobres y explotadas y se compromete en promover y apoyar sus organizaciones de base.
2.9       Define su misión como una de anuncio del Reino y de denuncia de las injusticias.
2.10     Estimula el pensamiento original en América Latina.
2.11     Desarrolla las comunidades eclesiales de base.
2.12     Crea una conciencia colectiva para la transformación de las estructuras.
2.13     Elabora opciones pastorales y líneas de acción de compromiso para los cristianos.
2.14     Se adapta la evangelización de los pueblos y sus elites a través de la catequesis y la liturgia.

Fue en este contexto que nace y se desarrolla la definición del movimiento propuesta en Bogotá, Colombia, en 1968 y luego ratificada en Tlaxcala, México, en 1970.   Leyendo y estudiando lo anterior, es fácil comprender la razón de haber introducido “la creación de núcleos de cristianos que vayan fermentando de Evangelio los ambientes” en la definición del MCC. [ ver los resaltados y subrayados ].

Un Episcopado Latinoamericano preocupado con los aspectos señalados, no podía menos que llegar a las conclusiones expresadas. Normalmente no ha sido la Jerarquía, sino que los sacerdotes nombrados para ser los consiliarios, directores espirituales o asesores de los laicos, quienes han influido en el ánimo de los seglares para orientar o bien elaborar opciones pastorales y líneas de acción de compromiso para los cristianos.
Tal debió de haber sido la participación de los sacerdotes a cargo de los movimientos de apostolado seglar en los distintos países. Especialmente en el caso de Cursillos de Cristiandad, siendo este uno de los pocos movimientos existentes en ese momento y el único con proyección ambiental.

Debió haberles parecido que no podían “desperdiciar” a aquellos hombres y mujeres, que recién salidos del Cursillo, se hacían notar inmediatamente en las parroquias por su desenfado, su oración a viva voz, la frecuencia en recibir los sacramentos, etc.
Si a ello se agrega que una de las decisiones de la Conferencia de Medellín era organizar al pueblo en comunidades eclesiales de base, y la otra desarrollar las comunidades eclesiales de base, líderes natos tendrían que ser los cursillistas. ¿Respetar el Carisma Fundacional? Quizá no había conciencia de tal cosa, además Eduardo Bonnín y compañeros habían sido prácticamente silenciados, el Obispo Hervás había sido removido de su sede insular en Mallorca y trasladado al continente, el movimiento no había sufrido aún la expansión que vino después, era relativamente nuevo en Latinoamérica.

Sin embargo, dos años antes el Santo Padre, Pablo VI, con motivo de la 1ª. Ultreya Mundial en Roma, el 28 de mayo de 1966 se había expresado así:

”Cursillos de Cristiandad:  ésa es la palabra, acrisolada en la experiencia, acreditada en sus frutos, que hoy recorre, con carta de ciudadanía, los caminos del mundo. Y es esa ya universal expresión el resorte mágico que en este día os convoca a Roma.
¿Para qué?
Para actuar con ello en vosotros el sentido peregrinante que da estilo a vuestro método; para saturar vuestro espíritu en el cristianismo primitivo de la Roma sacra; para percibir con mayor intensidad en vuestras vidas el misterio de Cristo presente en Pedro; para tomar conciencia de ser Iglesia; para dejaros enardecer por la fascinación del momento pentecostal que, con el Concilio, la ha invadido en su realidad profunda y en sus movimientos y manifestaciones vitales.
¡Cristo, la Iglesia, el Concilio! ¡Qué larga conversación la que abren estos temas! Dejadnos deciros una palabra del primero; de los otros dos os sugeriremos unas breves reflexiones.
… Mas, si cambian los tiempos y algunos métodos envejecen, si surgen nuevas manifestaciones del espíritu, la tarea permanente del laico seguirá siendo la inserción del cristianismo en la vida, mediante el encuentro personal con Dios y en la comunión con los hermanos. El seglar, al formarse en cristiano, reforma su mentalidad y conforma su vida con la imagen de Cristo, por medio de la fe, la esperanza y la caridad; transforma, actuando en plena responsabilidad propia, las estructuras temporales en las que está inmerso; guiado en su acción por la mirada de Cristo, trata de rehacer continuamente el mundo, según el plan y designio de Dios”.

¡No cabe duda, Pablo VI sí entendía el Carisma Fundacional del Movimiento de Cursillos de Cristiandad!, contrario a lo que ocurría en Latinoamérica.

Una de las Ponencias de la II Conferencia General del Episcopado Latino-americano: “Pastoral de Masas y Pastoral de Elites”, de Mons. Luís Eduardo Henríquez, a la sazón Presidente del Departamento de Seminarios del CELAM, presenta un análisis de la situación del continente. Es interesante la forma en que se presenta el reto evangelizador para la Iglesia.
En cuanto a la incidencia del pensamiento de los Obispos en la definición del MCC que se comenta, vale citar del numeral 6, Grupos o Comunidades de Base, del título D. Métodos y Medios Pastorales, lo siguiente:

”[…] Así como en las otras agrupaciones, políticas, sindicales, etc., la función de los líderes es indiscutible, igualmente la masa (¿?) católica debe ser impulsada y guiada por líderes y grupos fervientes que encuadren y sostengan la vida cristiana en el pueblo. […] Las estructuras pastorales para ser dinámicas y eficaces, requieren grupos cristianos fervientes que sean como la base y el sostén de la práctica cristiana de la base.
El peligro de estos grupos o pequeñas comunidades, especialmente si se establecieren con poca o casi ninguna vinculación a las estructuras eclesiales es el de convertirse en círculos de amistad, unidos por un vínculo humano, fundado en la simpatía, más que en verdaderos núcleos eclesiales”.

Para el lector interesado, recomiendo leer las CONCLUSIONES de la II Conferencia ya citada, especialmente el capítulo 10:   Movimientos de Laicos, título II Criterios teológico-pastorales; ahí se encuentra la base del razonamiento sobre la misión de los laicos en la Iglesia, aunque “Gozo y Esperanza”, GS, y “Luz de las Gentes”, LM, dicen una cosa similar sobre la “vocación de los laicos en el interior y no fuera de su propio compromiso temporal”,  Medellín concluye que “el compromiso de los laicos tiene mayor transparencia de signo y mayor densidad eclesial cuando se apoya en el testimonio de equipos o comunidades de fe”.

Sin embargo, años más tarde en la III Conferencia General del Episcopado Latino-americano realizada en Puebla, México, en enero de 1979, se reconocía que después de Medellín, la Iglesia Latinoamericana en su conjunto ha ”tenido experiencias positivas y avances […] y ha sufrido dificultades y crisis”.

En la Tercera Parte del Documento, en el capítulo 3. LAICOS, numeral 784 se lee:    “ Así mismo, la efectiva promoción del laicado se ve impedida muchas veces por la persistencia de cierta mentalidad clerical en numerosos agentes pastorales, clérigos e incluso laicos”.   Sigue el numeral 785: “Este contexto social y eclesial así descrito, ha dificultado la participación activa y responsable de los laicos en campos tan importantes como el político, el social y el cultural, particularmente en los sectores obreros y campesinos”.

Es rico el contenido de los numerales 786 a 793, el cual concluye: “…los laicos no pueden eximirse de un serio compromiso en la promoción de la justicia y el bien común, iluminados siempre por la fe, guiados por el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, pero orientados a la vez por la inteligencia y la aptitud para la acción eficaz”.

Recordemos la frase: “Hombre de la Iglesia en el corazón del mundo, y hombre del mundo en el corazón de la Iglesia”, que tanto nos entusiasmó a todos.

La lectura del libro de E. Bonnín “Historia de un Carisma” arroja luces sobre estos hechos, los que deberían ser tomados en cuenta por quien, seriamente, desee “bucear” en las circunstancias que rodearon los acontecimientos que desembocaron en la propuesta de definición que ahora resulta ser piedra de tropiezo entre el fundador del movimiento, Eduardo Bonnín, y quienes han venido luego a querer corregir la finalidad inicial, nacida de una clara intervención del Espíritu Santo, para adaptarla a circunstancias particulares.

Lo que más daño ha causado al movimiento ha sido que, tal como lo dice EB, el Carisma Fundacional y lo que de él se deriva: la finalidad, la estrategia y el método, han sido discutidos y puestos a votación por quienes, sin conocer el MCC, han querido actuar dejando al margen a los referentes más connotados: Eduardo Bonnín y el Secretariado Diocesano de Mallorca.

Para quien comprende, no por sí sino por la luz del Espíritu Santo, el Carisma Fundacional, fácilmente entiende que éste no puede ni cambiarse ni manosearse, so pena de desvirtuar totalmente el movimiento. A la pregunta que muchos se hacían sobre qué pasaría cuando el Señor llamara a su quinto día a Eduardo, la respuesta es fácil, Eduardo depositó el Carisma en la Fundación Eduardo Bonnín Aguilló, FEBA, lo que no es distinto de lo que ha ocurrido en otros ámbitos y quizá de otra manera, con loscarisma de las distintas órdenes religiosas que todos conocemos.

En vista de lo anterior, el Equipo de Dirigentes que participó en la realización del II Encuentro Nacional de Dirigentes, celebrado del 2 al 4 de Julio de 2004, en la Casa El Peregrino de la Arquidiócesis de Guatemala, hizo la siguiente propuesta:

”Todos los dirigentes del movimiento de Cursillos de Cristiandad deberíamos ahondar, seriamente ‘con ojos abiertos y corazón palpitante’, en el espíritu que llevó a la redacción de la definición del Movimiento en 1968, modificada luego con motivo de la segunda redacción de Ideas Fundamentales del MCC. De ser posible, se debería investigar si aún se puede contar con la opinión de quienes dieron su aporte en esas dos oportunidades, para la redacción inicial y posterior modificación.

A pesar de los años transcurridos, es importante contar con la opinión de esos dirigentes, seglares y sacerdotes, para desvanecer las dudas que aún subsisten en torno al porqué de la inclusión de los ‘núcleos de cristianos’ en la definición del movimiento. Creemos que de esta manera se estará coadyuvando a evitar los enredos, entuertos y confusiones que de alguna manera están causando división entre los dirigentes del MCC.

Lo que menos se desea es una confrontación dentro del movimiento y sí una labor de discernimiento, un diálogo fraterno encaminado a la búsqueda de la unidad. Es oportuno recordar lo acontecido y aprobado durante el ‘Encuentro Fraterno de Mallorca’ en noviembre de 2003 y arrancar desde esa plataforma”.

Este problema tiene sus años. Como prueba citamos las palabras del P. Mario Balbiani, Asesor Nacional, en la Meditación compartida con ocasión del I Encuentro Nacional de Dirigentes, Guatemala marzo-abril 2001, por considerar que reflejan el sentir de muchos dirigentes y son atinentes al momento que se vive:
<<¿Qué es lo que no puede cambiar?…el carisma…la finalidad para la cual fue creado e inventado por los fundadores (sic)…Ellos han tenido una intuición …la han meditado …la han reflexionado …se han aconsejado … y le han dado salida apoyados en la oración … este es el carisma … y no puede cambiar … Una institución dura mientras permanece fiel a su carisma inicial … Si ustedes quieren matar al Movimiento de Cursillos …lo pueden hacer…; basta con que lo desvíen de su camino.>>

DE COLORES ,

Rodolfo Letona C.

CLARIFICANDO ENREDOS QUE SE ACLARAN PRECISANDO LA INTENCIÓN GERMINAL