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Andan los curas de hoy algo aturrullados.

Buscan nuevas formas para su sacerdocio, pues las antiguas parecen haber perdido eficacia.

Soy solamente un seglar, sin ninguna autoridad, sin ningún título, sin ningún cargo. Pero una cosa hay que me enorgullece y que quiero decir aquí: amo a los sacerdotes. Y les amo mucho, consciente de lo que les debo y de lo que he recibido de ellos. Y este amor es el que me impulsa a escribir, no sé si dolido, no sé si amargado, pero sí ciertamente deseando para mis hermanos los curas lo mejor, lo más noble, lo más eficaz.

-Curas hoy, sí. Pero ¿cómo?

Y esa pregunta, ese cómo ser cura hoy es lo que este seglar enamorado de los sacerdotes de Cristo pretende comentar aquí y ahora, sin ningún título, sin ningún cargo, sin ninguna autoridad y con el deseo de una plena comunión con la jerarquía eclesiástica, comunión en la que quiero vivir y morir.

Dicen algunos curas:
-La Iglesia necesita un buen fregoteo: y yo se lo voy a dar. Hay cosas que se caen de viejas: y yo las voy a renovar. MAL.

-Los estudiantes tienen razón. Los mineros tienen razón. Los médicos del seguro tienen razón. Mañana haremos una manifestación monstruo. MAL.

-Fuera procesiones. Fuera rosarios parroquiales. Y novenas. Y trisagios. Y viacrucis. Y cofradías. Y jueves eucarísticos. Y triduos. Y septenarios. Y los nueve viernes, y los trece martes, y los cinco sábados. MAL.

-El Papa es demasiado anticuado. Además, en la encíclica del celibato sacerdotal no hablaba «ex cathedra», ni tampoco en la Humanae vitae. Tendrán que cambiar todo eso si no quieren quedarse solos. MAL.

Así no soñó Cristo a sus sacerdotes, y no hace falta ser doctor en teología para darse cuenta de esto. Así no trasparentan a Cristo para que las ovejas le veamos a través de los curas. El sacerdocio no es una profesión, sino un testimonio. ¿Qué se testimonia en una manifestación política? ¿Estaría Cristo allí, llevando una pancarta y pegando gritos? Y si los curas se meten a defender los derechos humanos, ¿quién defenderá los derechos divinos? ¿Nosotros, los seglares? ¿Los de la ONU, quizá?

Dicen otros:
-No hay que ser impulsivos. La prudencia es una gran virtud. Seamos prudentes y dejemos la cosa como está. MAL.

-Pues esto se hacía así. Siempre se ha llevado sotana y coronilla y latinajos abundantes, y predicadores cuaresmales con barbas. MAL.

-Si nos metemos a limpiar, acabaremos rompiéndolo todo. MAL.

-No por mucho madrugar amanece más temprano. Despacio que tengo prisa. Mañana será otro día. La atolondrada juventud. MAL.

-Decía san Agustín. Decía santo Tomás. Decía Orígenes. Decía san Alberto Magno. Decía Tomás de Kempis. Decía nuestra seráfica madre fundadora. MAL.

Y mal porque hay algo más. Algo para hoy. Para ahora. Para aquí. Nada de lo anterior es malo. Pero todo lo anterior ha perdido vigor, eficacia, garra. Y Cristo debe recuperar, debe poseer todo vigor, toda eficacia, toda garra. Hoy como ayer y como mañana.

Así sueño yo, así sueñan conmigo millones de fieles a sus sacerdotes:

-Los hombres han perdido el verdadero sentido de su vida. Me necesitan para hallar de nuevo ese sentido. BIEN.

-La gente no tiene tiempo para pensar. Me necesitan para que yo piense por ellos. BIEN.

-Los hombres buscan la felicidad. Yo poseo esa felicidad. Sé cuál es la fuente, la raíz, el motivo. Sé dónde está esa felicidad que todos buscan. Y debo dársela, aunque ellos sean tan torpes que no la quieran recibir. BIEN.

-Cuando me vean, deben ver a Cristo. Cuando me oigan deben oír a Cristo. Cuando me sigan, deben seguir a Cristo. Cuando me amen, deben amar a Cristo. BIEN.

-El que se acerque a mí tiene que hallar consuelo, serenidad, paz. He de ser agua para que los demás beban, pan para que coman, aire para que respiren, luz para que vean. BIEN.

-Debo estar lleno de Dios para dar a Dios. Lleno de perdón, de misericordia, de amor. Lleno del Cristo de ayer, de hoy y de siempre. BIEN.

-Pondré en mis palabras al hombre y a Dios. A Cristo y al siglo actual. A Cristo y al mundo de hoy. A Cristo y a Sara Montiel. Cristo y los Beatles. Cristo y Kennedy. Cristo y el Golfo Pérsico. Cristo y los astronautas. Cristo y todo, menos el pecado. BIEN.

-Dispuesto a ser hostia, a ser víctima cada minuto. Esto me va a costar tiempo, dedicación, dinero, tabaco, aburrimiento, entrega, donación mía total y continuada. Y así hasta la muerte por Cristo, en él, y con él, tal vez sin recoger ni una espiga de fruto si él así lo desea. BIEN.

Así diría un seglar gris y corriente, perdido en una parroquia del Alto Aragón y que ama mucho a los sacerdotes, que deberían ser los curas de hoy, los curas de aquí. Conozco curas de esa talla. Muchos. Lo que pasa es que, como chillan menos que los otros, apenas se les oye. Pero Dios y los hombres que les rodean, conocen la bendición que suponen estos hombres consagrados a Dios, en estos asendereados tiempos y en este asendereado mundo que nos ha tocado vivir.

Valentin Galindo

Comentarios al autor
Valentín Galindo
olgagalindo@ub.edu
Barcelona, España

Ediciones 4° Día
Ediciones 4° dia logo
Una editorial NO oficial.

Una editorial, apostolado de una reunión de grupo,
accionando en su 4° día.

Guillermo Estarellas

Estimados amigos:

Guillermo Estarellas, el Dirigente que estuvo con Eduardo en los primeros momentos desde el SEGUNDO cursillo de la Historia en 1946 en San Salvador de Felanitx (Mallorca)

Guillermo, que tuvo la inspiración de introducir la canción del DE COLORES. Os contaré cómo ocurrió.

Guillermo, que quiso donar sus bienes en la Fundación CURSILLO DE COLORES para colaborar con el Movimiento de Cursillos

Guillermo Estarellas, desde la madrugada de hoy, 04,30 h. del 25 de Mayo de 2013, ha llegado a las puertas del Reino para estar junto al Padre.

Seguro que, junto a San Pedro,  le esperaban en la puerta Eduardo y ….todos los demás cursillistas (sacerdotes y seglares), para darle la bienvenida cantando  el DE COLORES.

Todos juntos nos unimos con los santos del cielo y entonemos el Himno de Cursillos para que San Pedro no le ponga obstáculos en la entrada y Eduardo le acompañe hasta el Padre.

Deee Colores… de colores se visten los campos en la primavera…..
Y por eso los  grandes amores, de muchos colores, me gustan a mí.
(que suene fuerte el estribillo inicial, que significa la sencillez, la hermandad y la unión)

Canta el gallo, canta el con el kiri kiri, con el kiri kiri
La gallina, la gallina con el kara, con el  kara
Los polluelos, los polluelos con el pío, pío, pio, pa.
Se arma un lío con erl kiri kiri, con el kara kara, con el pio pa
Se arma un lío con erl kiri kiri, con el kara kara, con el pio páááá

Eduardo, ruega al Padre por nosotros

Especialmente por tu amigo Guillermo Estarellas

Con Guillermo Estarellas
Guillermo, 2do. de derecha a izquierda.

Los 10 pensamientos del Papa Francisco

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Los 10 pensamientos del Papa Francisco

Publicado el 15 de marzo de 2013

Aborto y defensa de la vida

«Es preciso poner la cara para defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural». «Debemos escuchar, acompañar y comprender desde nuestro lugar a fin de salvar las dos vidas: respetar al ser humano más pequeño e indefenso, adoptar medidas que pueden preservar su vida, permitir su nacimiento y luego ser creativos en la búsqueda de caminos que lo lleven a su pleno desarrollo».

«Sin estas tres actitudes, ternura, esperanza, paciencia, no se puede respetar la vida y el crecimiento del niño por nacer. La ternura nos compromete, la esperanza nos lanza hacia el futuro, la paciencia acompaña nuestra espera en el cansino pasar de los días. (…) Cuando estas actitudes no están, entonces el niño pasa a ser un ‘objeto’ alejado de su padre y de su madre y muchas veces ‘algo’ que molesta, alguien intruso en la vida de los adultos, de quienes pretenden vivir tranquilos, replegados sobre sí mismos en un egoísmo paralizante».

La familia y el papel de los ancianos

«Cuando un pueblo se olvida de cuidar a sus ancianos, empezó a ser un pueblo en decadencia, es un pueblo triste. Cuando en una familia se olvidan de acariciar al anciano, ya anida la tristeza en su corazón».

«Lo que sembrás vos con tu ejemplo es lo que vas a cosechar de tus hijos. Cuidá a los viejos, cuidá la vida de los viejos porque eso es ser familia. Y no entrés en la moda de que a los viejos se los guarda y se los desprecia. Cuidá a los chicos. Enseñáles a crecer bien para que sean retoños llenos de vida, que den flor y fruto en la vida».

Bodas homosexuales

«Está en juego la identidad y la suprevivencia de la familia: papá, mamá e hijos. Está en juego la vida de tantos niños que serán discriminados de antemano privándoles de la maduración humana que Dios quiso se diera con un padre y una madre. Está en juego un rechazo frontal a la ley de Dios, grabada además en nuestros corazones».

(Carta durante la presentación en Argentina del proyecto de matrimonio homosexual, convertido en ley en julio de 2010): «Aquí está la envidia del demonio, que pretende destruir la imagen de Dios: hombre y mujer que reciben el mandato de crecer, multiplicarse y dominar la Tierra. No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo, sino de una ‘movida’ del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios».

Papel de los padres

«Es necesario que salgan ustedes para dialogar, para abrirse a sus hijos, para jugar con ellos, para que los chicos no se sientan abandonados por sus padres. Eso cansa, es verdad, pero es la cruz que ustedes como padres católicos deben cargar; es, sin embargo, una cruz fecunda».

Derecho a la educación

«El hijo del gaucho, el migrante del interior que llegaba a la ciudad, y hasta el extranjero que desembarcaba en esta tierra (argentina) encontraron en la educación básica los elementos que les permitieron trascender la particularidad de su origen para buscar un lugar en la construcción común de un proyecto. También hoy, desde la pluralidad enriquecedora de propuestas educadoras, debemos volver a apostar: a la educación, todo».

Papel de los laicos en la Iglesia

«Hay un problema, lo dije otras veces: la tentación de la clericalización. Los curas tendemos a clericalizar a los laicos. No nos damos cuenta pero es como contagiar lo nuestro. Y los laicos -no todos pero muchos- nos piden de rodillas que los clericalicemos porque es más cómodo ser monaguillo que protagonista de un camino laical. No tenemos que entrar en esa trampa, es una complicidad pecadora. Ni clericalizar ni pedir ser clericalizado. El laico es laico y tiene que vivir como laico con la fuerza del bautismo, lo cual lo habilita para ser fermento del amor de Dios en la misma sociedad, para crear y sembrar esperanza, para proclamar la fe, no desde un púlpito sino desde su vida cotidiana. Y llevando su cruz cotidiana como la llevamos todos. Y la cruz del laico, no la del cura. La del cura que la lleve el cura que bastante hombro le dio Dios para eso».

Trabajo y justicia social

«La dignidad la tenemos por el trabajo, porque nos ganamos el pan, y eso nos hace mantener la frente alta. Pero cuando el trabajo no es lo primero sino que lo primero es la ganancia, la acumulación de dinero, ahí empieza una catarata descendente de degradación moral. Y termina esta catarata en la explotación de quien trabaja. Esta frase no es mía, la dijo ayer el Papa (por Benedicto XVI) en una audiencia (…) Justicia por estos hombres y mujeres sometidos a la trata de personas en cualquiera de los rubros: talleres clandestinos, prostitución, chicos sometidos en trabajos de granjas y los cartoneros que no han podido todavía unificarse, como algunos de ustedes lo han podido hacer gracias a Dios».

Afán de dinero

«El poder y el dinero son como la ginebra en ayunas: marean. La altura marea. Por eso cuanto más grande seas, cuanto más poder, más dinero, más prestigio tengas, más humilde tenés que ser. Los que se creen dueños de la vida no pueden convivir en la sociedad. El único dueño de la vida es Dios».

El pecado de la vanidad

«Como ejemplo de lo que es realmente la vanidad con frecuencia digo: mirad a un pavo real, si lo miras de frente es muy bonito. Pero si da algún paso y lo ves por detrás, te das cuenta de la realidad. Quien cede a esa vanidad en el fondo esconde una miseria muy grande».

Apostolado cristiano

«Buscamos el contacto con las familias que no acuden a las parroquias. En lugar de ser sólo una Iglesia que recibe, tratamos de ser una Iglesia que sale a la calle y va hacia los hombres y mujeres que no vienen, que no la conocen, que se han ido y que son indiferentes. Para ello organizamos misiones en las plazas donde se reúne mucha gente, rezamos, celebramos la misa, proponemos el bautismo que administramos después de una pequeña preparación. Es el estilo de las parroquias y de la misma diócesis».

¡Señor, te rogamos que ilumines a nuestro Papa Francisco en su Pontificado!