Con origen en el latín figūra, la noción de figura puede emplearse en múltiples contextos y con significados diferentes.
Una figura es, entre otras cosas, la apariencia o el aspecto externo de un cuerpo u objeto, a través de la cual se puede distinguir frente a otros.
En un sentido similar, se conoce como figura a toda estatua, escultura u obra de arte que reproduce las formas características de animales u hombres, y al dibujo que refleja a cuerpos humanos.
Por ejemplo: “La modelo sedujo a todos los presentes con su esbelta figura”,
“La figura del rey español es la preferida de los turistas que se acercan al museo”,
En la literatura se toman ciertas libertades para, exageradamente, hacer una comparación entre dos objetos, con el único fin de exaltar sus atributos. Esto última, en concreto, puede mostrarse a través de ejemplos como los siguientes: “las nubes son como algodones de nuestro cielo”, “tus dientes son como perlas” o “tus caballos son de oro”.
Ya para no seguir con tanta metáforas, también y en nuestros días, se utiliza la palabra figura para señalar a aquella persona que se destaca en una cierta actividad: “Lionel Messi es la principal figura del fútbol mundial”, “Tom Hanks, George Cloney y Antonio Banderas son algunas de las figuras que participaron del rodaje”.
En este caso, el concepto de figura se utiliza de manera similar al de estrella(“Lionel Messi es la principal estrella del fútbol mundial”).
Por otro lado en el lenguaje cotidiano, la palabra PERSONA hace referencia a un ser con poder de raciocinio que posee conciencia sobre sí mismo y que cuenta con su propia identidad.
Una persona es un ser capaz de vivir en sociedad y que tiene sensibilidad, además de contar con inteligencia y voluntad, aspectos típicos de la humanidad.
Para la psicología, una persona es alguien específico (el concepto abarca los aspectos físicos y psíquicos del sujeto que lo definen en función de su condición de singular y único).
San Agustín afirmaba que un individuo podía ser considerado persona por su capacidad de autorreflexión, es decir que siendo consciente de sus limitaciones y responsabilidades frente a Dios, debe analizar cada uno de sus actos para que ellos no lo delaten y lo alejen del camino de la verdad y la felicidad (en esta teoría se basan la mayoría de los teólogos de la Iglesia Católica).
Uno de los autores fundamentales a la hora de definir el concepto de persona es Boecio. Su teoría acerca del concepto es la más aceptada hoy en día. Dice que una persona es natura e rationalis individua substantia.
Es decir es de naturaleza racional y es la razón lo que le sirve para demostrar su esencia individual, esto da a entender que antes de ser un ser sociable, el individuo es persona, libre y con capacidad de razonar y decidir sobre sus actos.
Por su parte, la antropología contemporánea afirma que la persona es un todo estructural que se abre al mundo y a los otros seres vivos. Un sujeto independiente y libre frente a otros objetos y sujetos.
Cuando nos referimos a Cristo y a su obra, y pretendemos plasmar todo esto en unos estudios, en unas meditaciones, tenemos la inquietud, la duda de llamarlo ¿la figura de Cristo o la persona de Cristo?
Como bien se había explicado anteriormente la figura representa la apariencia o el aspecto externo de alguien.
Se refiere también a algo que tiene o que representa la apariencia externa de un cuerpo, pero es solo eso, una apariencia sin nada de contenido interior.
Entonces cuando nos referimos a Cristo Jesús no le podemos llamar que tiene o que es una figura, porque Él está muy por encima de todos estos conceptos.
Él nunca es algo externo, muy al contrario siempre está en el interior del hombre y la mujer de todos los tiempos.
Cristo Jesús no es algo intangible, algo muy por encima de la condición humana, por el contrario Él se hizo hombre, en toda la extensión de la palabra, para poder experimentar lo que su propia creación experimenta.
El sufrió, El gozo, El lloro, El sintió cansancio, El sintió hambre como cada uno de los hombres y mujeres de este mundo.
Cristo Jesús no es una figura, es y seguirá siendo una persona porque así quiso, por voluntad propia, convertirse en una y venir a salvar a la humanidad entera.
Su presencia sigue vigente en la existencia de cada uno de quienes nos rodean, porque ahí está la mejor prueba de que Cristo Jesús es persona real, cercana y que no es una figura que es etérea e inalcanzable.
Cristo Jesús vive hoy día.
Cristo Jesús no es un personaje histórico.
Cristo Jesús no es una leyenda.
Cristo Jesús no es una figura.
Cristo Jesús es la Salvación personificada.
Cristo Jesús es la persona que nos acompaña siempre y que nos comprende porque El mismo experimento lo que nosotros sentimos en nuestro diario vivir.
Cristo Jesús se hizo semejante a nosotros, se hizo Persona, por amor.
Cristo Jesús es vida, es Poder y Gloria por siempre.
Referencias: