Muchas veces pienso cual será el mejor método para interesar a los cursillistas nuevos y antiguos, para que lleguen a querer, a necesitar, a vivir, disfrutar y testimoniar la maravillas que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad, ha creado en su Carisma original, para asegurar la Gracia de Dios, en cada uno de sus cursillistas a través de su Reunión de Grupo y de la Ultreya; y de un cursillo perenne en el cuarto día.
En mis 25 anos y algo mas de cursillistas, he podido comprobar que existe una gran cantidad de dirigentes laicos y eclesiales empeñados en sacar adelante y mantener con éxito la Reunión de Grupo, pero también hay una gran cantidad de dirigentes laicos y consagrados, que observan con indiferencia y hasta con cierto desprecio y abandono, lo que es el torrente sanguíneo que da vida y vigor al MCC como son La Reunión de Grupo y La Ultreya.
Eduardo Bonnín supo desde el inicio, que el nacimiento de un Carisma en la Iglesia, necesita para subsistir, de una estructura. Así hizo Cristo cuando nombro a Pedro, para darle estructura a Su Iglesia. “Tu eres Pedro (Piedra) y sobre ti construiré Mi Iglesia”.
La estructura del carisma cursillista esta dado por su organización, sus secretariados. Pero aquí Bonnín plantea un hecho común. Muchas veces las estructuras se comen la espiritualidad del Carisma.
Mi inquietud me llega a preguntarse ¿comerán las estructuras cursillistas la espiritualidad de la Reuniones de Grupo, que en muchas diócesis se llega a permitir, hasta Reuniones mixtas y excesivamente abultadas, donde se pierde toda posibilidad de participación, por el excesivo tiempo de la intervención de cada uno en el grupo? o por alguna restricción a la libertad del cursillista de elegir libremente, “con quien quieres”, a sus amigos de su Reunión de Grupo. Dirigentes que muchas veces carecen de los argumentos, por desconocer el Carisma original, para establecer que las Reuniones de grupo, actúen separadas, hombres de mujeres. El solo hecho de ver que los cursillos de hombres se iniciaron con mucha anticipación al de las mujeres, de la misma manera se iniciaron las Reuniones de Grupo primero con hombres y después las mujeres. Además el crecimiento espiritual es individual, frente a un mismo concepto, hombres y mujeres tienen diferentes sensibilidades, que se comprenden mejor desde su mismo genero.
Hay muchas preguntas que es necesario que los dirigentes sepan responder, para animar una reunión de Grupo y una Ultreya. He leído en la internet algunas definiciones de Reunión de Grupo y Ultreya avaladas por algún secretariado, que describen a medias la realidad de nuestra herramientas de evangelización, personal y comunitario. Es muy conocido que las verdades a medias son peor que la mentira. No creo que se haga de mala fe. Pero se contribuye a crear un ambiente diferente a la idea del fundador y del propio carisma.
Tendremos que encontrar en los dirigentes cursillistas el fracaso de muchas Reuniones de Grupo (R de G) y Ultreyas, o ¿será que nosotros no alcanzamos a entender en profundidad la vivencia del cursillo? Puede ser una doble razón, de falta de apoyo directivo y desinterés cursillista.
Si analizáramos el fracaso desde la falta de animación por desconocimiento de los dirigentes, se debería mirar con seriedad la importancia de la Escuela de Dirigentes del movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Escuela dedicada a interpretar las ideas originales del MCC de su propio Carisma y de la claridad del mensaje cursillista y del trabajo evangelizador y del aporte a la Iglesia. La Escuela debe ser capaz de descubrir la vocación de servicio del dirigente, capacitándolo en las cosas de cursillo, interesándolo y animándolo para desarrollar actividades en el Secretariado y en el cursillo tres días. El llamado a los cursillistas a integrar la Escuela de Dirigentes debería ser, considerando haber terminado su periodo de rodaje, un tiempo prudente de no menos de un año en su práctica de la Reunión de Grupo y de Ultreya y su interés incondicional de servicio al Movimiento, a los cursillistas, y a la Iglesia. Si pensamos que el aporte a la Iglesia se traduce exclusivamente al trabajo parroquial, estamos limitando la función de la Escuela y encerrando su función en las cuatro paredes del templo.
La Escuela de Dirigentes no limita al cursillista para que sirva en su parroquia individualmente, solo que además en su calidad de dirigente cursillista debe conocer su propio Carisma y descubrir en la Escuela su vocación de servir en el MCC como lo hemos dicho, y prepararse fundamentalmente para animar las R de G y las Ultreyas, prepararse para servir en el Secretariado y en el cursillo tres días. No es una tarea menor, es un apostolado que lleva dedicación y espíritu de sacrificio, que sin oración y la fe puesta en Cristo, sería imposible de conseguir.
Cuanto dirigente llega a ocupar cargos de importancia en los secretariados del MCC, con el buen animo de servir, pero con la limitación de vivir los vaivenes de quienes no tiene, ni la vivencia, ni el aporte que una Escuela con las características de una Reunión de Grupo y la firmeza del carisma, finalidad y Método entregan a la vocación de servicio. Es tan perjudicial a la marcha del MCC que sus dirigentes lleguen a administrar una empresa exitosa al secretariado, con reglas, imposiciones y controles; olvidando lo mas importante de un ser humano, que es su ser de persona. Y QUE UN SECRETARIADO FUNCIONA SOLO SI SE COMPRENDE QUE ES LA PRIMERA REUNION DE GRUPO EN LA DIOCESIS. DONDE LA AMISTAD DEBE SOBREPASAR TODA REGLA Y DIFERENCIA, DONDE SE PRACTICA EL AMOR, LA UNIDAD Y EL ESPIRITU DE SERVICIO HASTA EL SACRIFICIO Y LA RENUNCIA PERSONAL. Sin esta condición es notorio que un secretariado esta en dificultades y problemas con suma urgencia de reflexionar, y auto criticarse con la sana intención de rectificar para el bien del Movimiento en general. Lo mejor que tiene un Secretariado es su desarrollo con el Espíritu de la Reunión de Grupo, lo que también es valido para el desempeño de la Escuela de Dirigentes. Recurriendo al espíritu de humildad de cada integrante del secretariado o de la Escuela, siempre y durante mi tiempo de cursillista he tratado de hacer comprender que nos es posible servir, desarrollar una amistad sincera, impulsar el movimiento y conducirlo con la orientación adecuada, si no se adquiere por todos, y cada uno de sus miembros el amor y la amistad, que Cristo nos muestra. Es muy difícil que el movimiento camine en la dirección adecuada sin amistad, el juicio y el malentendido. Todos sabemos que el Movimiento es: lo que son sus dirigentes.
Actuar con un criterio empresarial, en que lo que no es eficiente, no sirve, rompe hasta la misión de nuestro propio Salvador que vino por lo imperfecto, que vino por los que fallamos, que vino a ayudarnos a ser mejores y a servirnos. ¿Habrá alguna similitud con lo que el MCC persigue?
Es muy importante la estructura, y como muchos dicen, es hasta un mal necesario, pero si hay algo que he escuchado en mi vivir cursillista, es que nuestros secretariados, desde el nivel menor al mayor, locales, nacionales, o internacionales; jamás se constituyen como una torre de mando. Nacen como instituciones exclusivas de servicio, de apoyo y de guía para mantener la pureza y el conocimiento del Carisma cursillista, de su Método y su finalidad.
Después de haber vivido por la Gracia de Dios varios cursillos en mi calidad de servidor, he llegado a la conclusión personal, que la participación en el cursillo, periódicamente de los dirigentes tiene varias connotaciones. Muchas de ellas muy negativas, que provocan desanimo en los cursillistas:
1.- Sentirse con derecho a ser nominado en un equipo, por antigüedad, incluso sin interés por ser miembro de la Escuela de Dirigentes del MCC y traspasar su experiencia a los mas nuevos.
2.- Sentir el halago de haber sido llamado a un equipo, por la satisfacción de ser tomado en cuenta pero sin ningún compromiso posterior de servir al nuevo cursillista.
3.- Participar de un cursillo como dirigente dedicado exclusivamente a cumplir con la preparación previa. Sentirse funcionario, sin vivir la riqueza del cursillo nuevamente, que lo renueva en su cristianismo y lo mantiene activo en el servicio.
4.- No tener claridad en que se hacen cursillos para que hayan reuniones de grupo, y no reuniones de grupo para que hayan cursillos.
5.- Desconocer que el cursillo tres días es parte de un Método, que necesita imprescindiblemente la fusión con el Precursillo y Postcursillo para completar la labor evangelizadora del MCC.
Existe en algunos secretariados la fascinación por realizar el cursillo tres días. Lo que no se puede dejar de mirar como una gran virtud, en especial si ese cursillos, tiene la virtud de realizarse lo mas cercano posible al cursillo original. Pero sino existe interés por completar el Método que comienza en el Precursillo y se se continua en el cuarto día del Postcursillo. El cursillo tres días habrá perdido toda su eficacia, y el cursillista terminara abandonado y con el triste recuerdo de haber vivido algo maravilloso, con ilusión entrega y Espíritu de caridad, cara a cara con Cristo, pero hoy guardado en el corazón por falta de incentivo de quienes le mostraron que vivirían en un cursillo perenne.
En mis 25 anos de cursillistas, resulta hasta doloroso mencionarlo, como mas del 90% de los cursillistas del cuarto día, habiéndose encontrado con Cristo y con la firme decisión de mantenerse con la Ilusión, la entrega y el espíritu de caridad perseverando y sirviendo a Cristo desde el MCC lo abandonan y el frio invierno canadiense les congela y descolora la pasión adquirida en los tres días del cursillo y se olvida y traspapelan las notas escritas, tomados de nuevo por ambiente que nos gana el combate una ves mas.
Hay que ser justo, este fenómeno me consta, hace meditar seriamente a algunos secretariados en los que he participado. Se descubren errores de dirigencias y fracasos en la conducción de un mal Precursillo y un peor Postcursillo.
Es interesante meditar sobre la necesidad de evitar el alejamiento de los cursillistas y de las razones que les impiden integrarse a una Reunión de Grupo, o del abandono prematuro por perder la ilusión, la entrega y el espíritu de caridad, que adquirió y vivió en su cursillo. Puede que el desinterés por participar se deba a que el importante rollo seguro total, no les clarifico suficiente la importancia de la reunión de grupo y la Ultreya y de mantenerse en un cursillo permanente en su cuarto día.
Para estudiar y reflexionar algunos detalles que pueden producir abandono o desinterés por perseverar, después de vivir un cursillo, crece enormemente en valor, una profunda, real y descarnada evaluación del cursillo recién vivido, por sus dirigentes, para analizar si el cursillo no ha sido suficientemente claro en su mensaje, por falta de preparación o de organización.
El desarrollo del cursillo, mantiene una máxima que se debe mantener en nuestra vida cursillista.” No esta bien, que lo que hoy hicimos bien, mañana no pueda estar mejor”. Quizás si nos revisáramos permanentemente, podríamos dar mejor vida y salud al MCC, evaluando no tan solo, la marcha de un cursillos sino todas las actividades a las que estamos llamados a animar, y a cuidar de los adornos que los buenos siempre tratan de imponer.
Tampoco es justo que esta meditación adquiera la exclusividad de ser única, o que nunca nadie se haya inquietado por tratar de dar vida a las Reuniones de Grupo y las Ultreyas. Siempre hay dirigentes preocupados por alumbrar el camino cursillista verdadero, a manera de ayudar a nuestro cristianismo y también al real y verdadero apostolado; que a través de la amistad hagamos posible el anuncio del Reino, convencidos que Dios nos ama en Cristo, y dedicados a que este anuncio llegue al máximo de personas, privilegiando, aunque no necesariamente, al mas alejado de la Iglesia y de los Sacramentos.
Las reflexiones de estos dirigentes, observaron el éxodo cursillista al poco tiempo de haber vivido su cursillo, se inquietaron al igual que lo hacemos hoy. Lo que dio nacimiento a un esquema de Rodaje para el cursillista desde su Reunión de Grupo, que reforzara algunos puntos básicos de dicha Reunión.
Se descubrió que la Reunión de Grupo pierde toda su eficacia, sino se han estudiado algunas condiciones que van a dar vida a la Reunión, como la necesaria claridad y comprensión de nuestro trípode de Piedad , Estudio y Acción. Y el incentivo del recuerdo permanente de la Hoja de Servicio, que conscientemente y con gran entusiasmo prometimos en nuestro cursillo tres días.
Si no vivimos esto, en nuestra Reunión de Grupo, y no lo meditamos por falta de conocimiento, vale decir porque no lo entendemos bien, corremos el riesgo de aburrirnos, exclusivamente por nuestra culpa y no por lo que cursillo nos regala. Se transforma en un deber del dirigente hacer que las herramientas que el cursillo nos regala sean bien comprendidas, verdadera claridad en el encuentro conmigo mismo, con Cristo y con la Comunidad, dando testimonio de esta realidad.
El cursillista debe tener una claridad de lo mas importante que le regala la Reunión; que es asegurarle la permanencia de la Gracia de Dios en todos nosotros. Además debe tener también muy claro que la Reunión de Grupo, es la amistad elevada al terreno de lo trascendente, vale decir de lo sobrenatural. Y la amistad es la forma mas profunda, agradable y eficaz de toda la convivencia humana, para ir realizando el cristianismo, pero un cristianismo vivo, real y cercano, se trata de ver a Cristo histórico, pero mejor sentirlo en las realidades cotidianas, lo que nos llama como dice Bonnín a desarrollar nuestra capacidad de asombro. La Reunión nos debe ayudar a descubrir nuestro momento cerca de Cristo, que hagan crecer esta capacidad de asombrarnos y de la maravillas que Dios obra en nosotros.
La Reunión de Grupo, en un proceso casi imperceptible, donde prima el amor y la amistad, va desnudando, descubriendo nuestros egoísmos, soberbias, orgullos y lentamente el hombre viejo va dando lugar al nuevo. Cada semana, sin obligarnos, libremente, la Reunión nos permite pensar en voz alta, y cada ves con mayor alegría damos testimonio de la lucha semanal que el cristiano vive, como cualquier otro, solo que dispone de las herramientas que el cursillo le sugirió para su cuarto día. Así el buen manejo y equilibrio de su trípode de Piedad, Estudio y Acción, constancia y fidelidad a su Hoja de Compromiso, el desarrollo de su capacidad de asombro, al encontrarse con un Cristo vivo, normal y cercano, en su propio ambiente. Todo hace que en el corazón del cursillista nazca su espíritu de servir a Cristo en los demás, vivir en la Voluntad de Dios y ser fiel a Su Palabra.
Mi experiencia de la vivencia en el caminar cursillista esta sembrado de dudas. Dudas que se presentan especialmente cuando he llegado, en mi condición de dirigente, a servir en algún cargo, y aun teniendo la mejor voluntad me he sentido perdido sin saber como llevarlo a buen termino. Nunca faltara quien trate de ayudar para salir adelante y hay que acordar que no todas las recetas son muy completas y se termina sirviendo con lo mejor que se recibe y con lo mejor que se tiene. Pero la idea es mantenerse fiel al Carisma, al Método y la finalidad del MCC. Por experiencia, siempre el desconocimiento de estos conceptos provocara desviaciones, deformaciones y hasta discusiones innecesarias que pueden llegar a provocar desunión y a comprometer la sencillez del MCC.
Por la Gracia de Dios, hoy día la internet se puede también aplicar para buenas obras. Hay muchas publicaciones cursillistas de diferentes secretariados en Canadá y en el mundo. Todas con muy buena voluntad de servir y otras no tanto Algunas con buena información, pero incompleta, por desconocimiento o deliberadamente (no debemos juzgar), pero una verdad a media, todos sabemos que es peor que la mentira.
Entonces la recomendación es la de nuestro Santo Padre el Papa Francisco que nos recomienda ser fieles al Carisma Original y no hay mejor publicación que la Fundación Eduardo Bonnín . En ella encontraremos siempre lo que debemos hacer y como hacerlo. Si la Escuela de Dirigentes mantiene un dialogo con esta Fundación de Nuestro Fundador, siempre caminaremos por el camino simple y sencillo, y con la claridad y simpleza de cada actividad con la que Cristo nos llama al servicio desde el MCC fundamentalmente en la PERSONA, por sobre toda reglamentación. El respeto, el amor y la amistad con la PERSONA nos hará cumplir con nuestra evangelización cursillista de acercar a Cristo y a los Sacramentos al alejado, y nos hará un movimiento con una inquebrantable UNIDAD.
Todos sabemos que la Reunión de Grupo y la Ultreya, son el torrente sanguíneo, que al igual que en el cuerpo humano, mantienen la vida del Movimiento de Cursillos. Cuando se descuidan estos dos elementos vitales el movimiento entra en crisis y llama a agotar medios para normalizar la situación. La invitación a la “Hora Apostólica “ de este año en la Diócesis de Hamilton trae un incentivo con las palabras del Fundador, con las que voy a terminar esta reflexión en voz alta y dice:
¿Qué se entiende por fidelidad al Movimiento de Cursillos de Cristiandad?
Ser fieles a la estructura de su Método y no enredar las cosas dictando órdenes que oculten su sencillez, como poner limites a la edad, no teniendo en cuenta su personalidad o que primero tenga que ir el marido antes que la mujer al cursillo. Que una vez hecho el cursillo, se complique la vida al cursillista con actividades que le desubican del lugar en que esta, y que le quitan entusiasmo para influir en su ambiente y en su mundo, etc. etc. ( Eduardo Bonnín)
De estas pequeñas recomendaciones hay muchas otras que es necesario escuchar y poner en practica. No podemos olvidar que nuestro Movimiento es una inspiración del Espíritu Santo en la Persona de Eduardo Bonnín Aguiló.
¡¡¡De Colores!!!
Froilan Solis