«La verdad incómoda sobre todo a aquellos que actúan y manipulan los Cursillos tal y como magistralmente plasma mi hermano Marco Antonio «Toty».
Por el otro lado
¿Es esto algo nuevo?
No, definitivamente no.
El declive que se observa en cursillos en buena parte del mundo, especialmente en Latinoamérica, es debido a todas estas desviaciones que tanto afectan a la verdadera esencia.
El movimiento nunca podrá despegar si nos rendimos al clericalismo, tal vez porque para algunos sea más fácil obedecer y seguir en vez de estudiar, profundizar, y aplicar lo que en verdad es.
Mientras existan quienes defienden los verdaderos valores de cursillos, habrá esta «Santa Guerra» (por así llamarlo, aunque este término moleste a más de uno).
No es cuestión de quién gane o quien tenga la razón, es cuestión de honor, el de respetar el legado del depositario del carisma que dio origen a este movimiento.
El que, el porque, el cómo y el para que de cursillos está debidamente plasmado en ese legado que debemos respetar.
No es que sigamos al hombre, tal y como se nos acusa al defender a Eduardo, seguimos al amigo y a la iluminación que el Espíritu Santo se digno otorgarle.
Muchas nubes obscuras se dislumbran nuevamente sobre el horizonte, pero la esperanza de un mañana mejor llenan los corazones de muchos por el mundo que luchan a brazo partido por qué así sea.
Haber descubierto la verdad de cursillos me hace, inmerecidamente, defensor, y a mucha honra, de los verdaderos postulados netamente laicos.
Por ahí se dice, y con mucha razón, que si algo te gusta, tienes que estudiar su génesis y desarrollo.
Al haberlo hecho yo en su debido momento, humildemente recomiendo profundizar en este aspecto a quienes con su influencia humana quieren torcer los destinos divinos de este movimiento.
Cursillos está todavía a la espera de una noche de estreno, tu, yo y más de un millar de hermanos y hermanas repartidos por todo el mundo, ya estamos haciendo arreglos para que esto sea posible.
Por lo pronto te envió, ahora mismo, la invitación a ser parte integrante de esta premier».
José A. Sánchez
La verdad incómoda
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